Resumen y Conclusiones de la intervención del Voluntariado ATFI 2020-21

Atención online gratuita de Terapia Floral Integrativa

Resumen y Conclusiones de la intervención del Voluntariado ATFI

Punto de partida

Como respuesta al quiebre de la salud emocional y mental de la población mundial, a raíz de la pandemia del Covid-19, los miembros de la ATFI pusimos a disposición de quien lo solicitara nuestros recursos y un plan de intervención terapéutica. Primero para Latinoamérica y, pocos meses después, para quien lo solicitara.


Foto de los primeros carteles:

Composición del voluntariado

20 TERAPEUTAS FLORALES INTEGRATIVOS[1] –miembros de la ATFI– de España, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, acogieron a 42 personas para un acompañamiento terapéutico, desde el 20 de setiembre de 2020 hasta el 30 de junio de 2021.


Foto de parte del Equipo:

Mirada y encuadre de la intervención

Debido a los plazos acotados (10 meses de duración), los tratamientos se llevaron a cabo desde una intervención muy bachiana, pero desde la mirada clínica de la Terapia Floral Integrativa.

La modalidad de atención fue online, con encuentros de una hora de duración y frecuencia quincenal. La obtención de la formula floral recomendada corría a cargo de cada uno de los consultantes.

Apoyo a las voluntarias y coordinación

Todas las voluntarias recibieron un apoyo experto. Asistieron mensualmente a uno de los tres Grupos de Revisión para la co-visión de los pacientes.

A lo largo de 3 horas profundizaban en cada caso, con la guía de 3 revisores y coordinadores TFI: Isabel Alcocer (España), Eugenia Pickina (Brasil) y Alfonso Muro (España).

La coordinación general de la intervención estuvo a cargo de Susana Veilati.


Fotos de los 3 grupos de revisión:

Cierre grupal de la intervención. Conclusiones.

El 19 de julio, se llevó a cabo la reunión de cierre de actividad. Participaron el equipo de TFI terapeutas, los coordinadores y revisores. Detallamos a continuación las conclusiones.

Dificultades que aparecieron en la intervención

Todas fueron solventadas dentro de los Grupos de Revisión de casos, o de modo inmediato por el Equipo coordinador.

  1. Las diferencias sociales entre Europa y Latinoamérica: de recursos, fundamentalmente.
  2. El número limitado de sesiones sometió al TFI a stress terapéutico:
  3. Lograr resultados en poco tiempo: 3 meses extensibles a 3 más hasta un máximo de 6 meses. Cabe resaltar que en la mayor parte de los acompañamientos se completó el tiempo de 6 meses de intervención terapéutica floral integrativa.
  4. ¿Entrar o no entrar en las dificultades muy profundas y arraigadas? La distinción y el equilibrio entre: (1) lo que apremiaba resolver, y (2) la revisión de las problemáticas más hondas del paciente. La necesidad de volver al modo de escucha y tratamiento bachiano.
  5. La auto exigencia. La carga de tener que hacer bien el trabajo porque represento a una Institución, la ATFI. La somatización de la tensión que representó el desafío: Tuve hasta una contractura por hacerlo más bien de lo que se me pedía.
  6. El desafío de atender a pacientes que son Terapeutas Florales profesionales latinoamericanos, lo que aumentaba la sensación de “tener que hacerlo muy bien” o “estar a prueba”.
  7. El desafío de unos pocos pacientes al encuadre de la intervención terapéutica de la Asociación: el respeto por los horarios fijados de antemano.
  8. Las propias inseguridades de los TFI, en particular las debidas al dramático contexto ¿Cómo ayudar a quién padece lo que yo padezco?, si bien todas solventadas en los 3 Grupos de Revisión de casos.
Beneficios de la intervención
  1. La evolución de los pacientes: “Solté la idealización que tenía sobre la relación con mi hijo”. “Disminuí mi propia exigencia, descansé, ¡y con eso empezó a llegar mi intuición…soy una persona en evolución!” “La evolución que he tenido estos meses ha sido increíble”. “…entender y ver cuáles son mis luces y mis sombras”. “Mi realidad no ha cambiado, pero ahora me siento capaz de hacer frente a mis dificultades”.
  2. La oportunidad de trabajar terapéuticamente con personas de distintos países y culturas, pero compartiendo una misma situación de dificultad pandémica: miedo, tristeza, enfado, duelos, falta de trabajo, de medios económicos e interrupción del vinculo social. Y todo ello expandiendo mi propia humanidad.
  3. La experiencia personal de estar donde quiero estar: ayudando, colaborando en esta situación de crisis mundial.
  4. Reactivación, para varios de los voluntarios TFI, de su vocación terapéutica.
  5. Recuperación del vinculo con otros TFI de distintos países: Cuando me invitaron a participar en algo comunitario, grupal, me entusiasmé un montón de hacerlo. Para mí es importante sentir que pertenezco a un mundo mayor, a un lugar.
  6. La experiencia del fuerte apoyo grupal (en los 3 Grupos de Revisión de casos) en una situación terapéutica desconocida.
  7. Gratificación por los buenos resultados terapéuticos obtenidos en el acompañamiento floral, a pesar de lo que se vivenciaba en un primer momento como limitación del espacio máximo de tiempo y sesiones lo más parecido a un milagro. Y, el Equipo revisor, compartió la honda satisfacción de colaborar a estructurar y encuadrar a las TFI´s en tan breves intervenciones terapéuticas.
  8. La experiencia del buen maternaje desde mi propio auto maternaje.
  9. El sentirme acompañando y acompañada en estos difíciles momentos.
  10. Participando en el desarrollo de una actividad bachiana (gratuita, compasiva, generosa) y, aplicando junto a ella, el saber hacer, la presencia, los límites y cuidados del vínculo terapéutico de la Terapia Floral Integrativa.
  11. La seguridad de haber recibido una buena formación que me servía de apoyo.
  12. La experiencia del sentimiento de universalidad, de la Unidad con el todo bachiana. El regreso a la auténtica experiencia bachiana.
  13. Sentir siempre el apoyo y la confianza de la Asociación de Terapia Floral Integrativa, siempre acompañando un paso atrás y otro por delante en la intervención.
  14. La nueva conciencia de lo que aun queda por aprender de sí mismos y del otro.
  15. La gratificación de haber devuelto a los agradecidos pacientes, lo recibido en las propias sesiones de terapia floral integrativa individual que son requisito en la formación TFI.
  16. El aprendizaje en los Grupos de Revisión de casos: de la importancia del encuadre, de la reformulación de la demanda terapéutica del paciente, de la paciencia, la compasión y la buena mirada. Y el recuerdo del alma y la substancia bachiana de la TFI.
  17. El agradecimiento a la totalidad del grupo de voluntarias por parte del Equipo Coordinador y Revisor:
  • el sentimiento de haber compartido lo difícil con compromiso, profesionalidad y alegría;
  • la experiencia del aprendizaje de las tareas de coordinación y revisión;
  • la placentera y vinculante sorpresa de haber trabajado con personas que tienen una formación similar, la TFI.
  • La satisfacción personal por la colocación de la propia experiencia al servicio de la intervención de la ATFI y de las colegas voluntarias TFI.

Esta Asociación queda infinitamente agradecida a todo el Equipo de Voluntariado:

Atención Voluntaria:

Ana María Sanabria (Bogotá, Colombia)

Ana Regina Segura (Madrid, España)

Carolina López (Chía, Cundinamarca, Colombia)

Catalina Cerdò (Muro, Mallorca, España)

Covadonga Gala (Madrid, España)

Esther García (Calpe, Alicante, España)

Josune Cobos (Pamplona, Navarra, España)

Karla Verónica Rodriguez (Concepción, Chile)

Macarena Montino (Concepción, Chile)

María José De La Fuente (Madrid, España)

Marisa Novoa (Ciudad Real, España)

Ruth Castañeda (México)

Paulina Coquelet (Concepción, Chile)

Pilar López Sequeira (Madrid, España)

Verónica Di Sebastiano (Ramos Mejía, Bs. As., Argentina)

 

Equipo Coordinador y Revisor:

Alfonso Muro (Pamplona, España)

Eugenia Pickina (Londrina, Paraná, Brasil)

Isabel Alcocer (Guadix, Andalucía, España)

Susana Veilati (Madrid, España)

Junta directiva y Equipo de voluntariado de la ATFI